lunes, 16 de febrero de 2015

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy! (parte 1)

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy! by Sami Garra


Hola, divinas mías!

Seguro que alguna vez (o muchas) os habéis encontrado diciendo en voz alta cosas como: "necesito días de 48 horas", "no me cunde el día" o "al final, no llego a hacer nada de nada". A mí también me pasa, no os voy a mentir. Sin embargo, muchísima gente que conozco de ámbitos completamente diferentes, como mis amigas, mi suegra, compañeras de curso, colegas o clientes, me preguntan y (me han preguntado más de una vez) cómo narices hago para hacer tantas cosas al día. La verdad es que suelo no saber qué contestar y pienso para mí: "no sé, simplemente las hago" pero hasta yo sé que eso no es cierto ni tampoco es tan fácil como suena.

Al final, la semana pasada me he sentado una tarde a apuntar mi horario, mis actividades y todas aquellas cosas que hago casi sin darme cuenta pero que me permiten acabar el día haciendo que me rinda. Desde ya, os digo que no me considero una eminencia en el tema e incluso, creo que podría ser mucho más organizada y hacer más pero seguro que podéis sacar algo en limpio de mis truquitos. Así que vamos al lío, a ver qué ha salido...


Antes que nada, comenzaré diciendo dos cosas que creo trascendentales en esta cuestión. Primero, ya de pequeña era un poco niña orquesta. Mis padres me enviaban a natación, a danza, a dibujo y a inglés y, además, a partir de los 15, a colegio con doble escolaridad. También buscaron la manera para que fuera independiente y responsable, yo tenía que hacerme cargo sola de todo lo que pudiera. Desde que tuve los primeros deberes fue responsabilidad mía hacerlos y acabarlos. Desde los 12 años fue mi responsabilidad levantarme a tiempo para ir al colegio, llegar a horario a los sitios y prepararme la comida. Y ya a los 17 empecé a llevar a mi padre hasta el trabajo en coche, antes de ir al colegio, y ya luego hacía todas mis actividades del día (sobre cuatro ruedas) hasta que lo iba a buscar a última hora. Habrá gente que lo entienda más y otra menos (incluso me pasa a mí) pero sí es cierto que ahí se asentaron las bases de que "las cosas tienen que hacerse y solo depende de ti que estén hechas".

Y segundo, estoy convencida (y cualquiera de vosotras podrá comprobarlo en carne propia) que cuanto menos hace uno, menos quiere hacer y cuanto más hace uno, más quiere hacer. Y al final, querer es poder.

Ahora bien, comencemos con la primera parte (sí, quiero contar tantas cosas que este tema necesitará más de un post) de mi lista de tips para la buena organización del tiempo:


No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy! by Sami Garra


1. MÁRCATE UN HORARIO

Se supone que lo ideal, para nuestra salud sobre todo, es que dividamos nuestro día en tres franjas de 8 horas cada una:

* 8 horas de trabajo,
* 8 horas de ocio y,
* 8 horas de sueño.

Ahora bien, yo personalmente soy incapaz básicamente porque no estoy hecha para diferenciar adecuadamente el ocio o el sueño del trabajo. Ya sé, suena super ilógico pero sinceramente, yo creo que la vida es un trabajo. 

Nos gusta asociar la palabra trabajo a algo negativo, algo que nos agota mentalmente. Y puede ser, no digo que no. Si tienes un trabajo que odias o que te absorbe toda tu buena energía es normal que asocies la palabra negativamente pero si tienes un trabajo que odias y a su vez, un proyecto personal y creativo, utilizarás tu tiempo de ocio para desarrollarlo, ¿a que sí? Y te parecerá ocio porque será un placer hacerlo y porque lo haces para que tu proyecto crezca y puedas dejar ese trabajo que odias, no? Y es aquí cuando todo esto empieza a mezclarse.

En mi cerebro, la palabra trabajo solo está asociada a "responsabilidad". Ya de niña, me decían en casa que el colegio era mi trabajo porque era mi responsabilidad llevarlo a término correctamente. También es mi responsabilidad como ser humano ser feliz para poder hacer felices a los demás, disfrutar de la vida o descansar adecuadamente. Y así es como la vida es un trabajo. Para tener una buena vida o al menos, lo que creemos cada una de nosotras como vida feliz, hay que esforzarse y actuar en consecuencia.

Por otro lado, si tienes un trabajo creativo como yo, tu cerebro está siempre trabajando. Incluso si estás en tu rato de ocio leyendo un libro o viendo una película (esto lo vimos mejor en el post "Cómo desarrollar tu músculo creativo") estás desarrollando y fomentando tu propia creatividad que no es más que una herramienta de tu trabajo. Vale, lo haces inconscientemente pero lo haces y parte de tu trabajo, tendría que ser buscar estos momentos que lo enriquezcan. 

Pero vamos con nuestro horario porque sea el que sea, debemos tener uno. Al mudarme, yo he cambiado el mío porque ahora hago (o tengo que hacer, depende) cosas distintas que antes no hacía. Así que os daré mi nuevo horario. En mi caso, en Casa Feliz, solo somos tres: mi galleguiño, Antú (nuestro bebé perruno) y yo. Al no haber niños, nos organizamos de manera diferente (y tengo claro, que también de manera más fácil).

Mi día comienza a las 8 am. Y solo levantarme, le doy el desayuno a Antú, preparo mi café y ya me siento en el ordenador a revisar correos y redes sociales por lo menos, durante una hora. Luego, trabajo hasta las 12.30 am que es cuando hago la Gran Pausa para sacar a Antú a pasear, preparar la comida y organizar la casa hasta las 3 pm. 

Hay un día a la semana en que la Gran Pausa la hago a las corridas, yendo y viniendo al ordenador una y mil veces porque estoy intentando acabar un post o retocando unas fotografías que necesito para el blog. Y hay otro día a la semana en que la Gran Pausa empieza a las 12 am y acaba a las 4 pm (que son los días de limpieza, colada y tal).

Luego de la Gran Pausa, trabajo hasta las 9 pm que es cuando vuelvo a sacar a Antú a pasear, le doy la cena y me ducho para relajarme, me pongo el pijama y espero que llegue mi galleguiño mientras hago la vaga. Hacer la vaga para mí es: redes sociales (a estas horas, sobre todo Instagram y Pinterest), libros o series.

Durante la tarde hago dos pausas para preparar mate (tomo entre dos y tres termos (de un litro) de mate al día!) y aprovecho (o aprovecha él) para jugar un poco con Antú corriendo por toda la casa. Mi niño cuando me ve sentada en el ordenador, no dice ni mú y duerme la siesta en el sofá-cama de mi estudio (o incluso en mi regazo cuando está muy mimoso) pero si me pongo en pie, él ya me pide jugar.

Algunas horas de la tarde, dos días a la semana, son para mis amigas. Y esos días son inamovibles. Es decir, puede que algún día tenga que cancelar porque estoy tapada de trabajo o porque justo esa semana mis clientes quieren todo para ayer pero siempre son los mismos días, semana tras semana.

También trabajo algunos fines de semana. Solemos ir a ver a mis suegros (que viven en otra ciudad) un finde sí y uno no. Los que no vamos, si lo necesito, los uso como si fueran días de semana normales. Quizás empiezo y acabo más tarde porque muevo el horario pero nada más.

Lo importante del horario no es de cuántas horas sea ni cómo lo repartas. Lo importante del horario es que lo hagas rutina y que lo respetes. Es IMPORTANTÍSIMO que os hagáis amigas de vuestra rutina, que la cuidéis y la tratéis con cariño y que acabéis adorándola ^.^ 


No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy! by Sami Garra


2. PLANIFICA CON ANTELACIÓN Y LLENA TU VIDA DE LIBRETAS Y BOLIS, PRIORIZA!

Apuntarlo todo es muuuy importante, lo que más. Seguro que coleccionas libretas como yo, aprovéchalas. Sácales todo el jugo y ten también agenda u organizador. Organiza tu tiempo, tus quehaceres, tus ideas y tus actividades. Haz listas (no hay nada más guay que tachar cosas de una lista).

Aprende a disfrutar poniendo todo por escrito. Colorea, dibuja, llena todo de stickers... Conviértelo en una actividad más! ^.^

El último día de tu semana (laboral o vital), debes dejar la última media hora para organizar toda la semana siguiente en tu agenda intentando ser realista con los tiempos. Tienes que tener en cuenta posibles errores, imprevistos y retrasos psicológica o agendísticamente (sí, esa palabra me la he inventado!). Quiero decir, si no eres capaz de aceptar a la ligera los posibles retrasos y errores que puedan surgir, es mejor que los tengas en cuenta de antemano a la hora de apuntar tus tareas. Si eres como yo (que ya la carrera de arquitectura me enseñó con creces que eso que tu crees que te llevará un día, seguro te lleva dos) apunta todo lo que quieras "intentar" hacer esa semana, no te frustres cuando veas que no llegas y luego simplemente, pásalo a la siguiente semana con una enorme sonrisa.

Al acabar cada día laboral (o a primera hora, en caso del lunes), haz una lista de tareas para el día y tenla siempre a la vista para verla, retocarla o tachar lo que ya has hecho. Y también ten libretas de todo tipo para apuntar todo tipo de cosas. Ideas que vayan surgiendo a lo largo del día. No te detengas más que apuntarlo y luego sigue adelante. Con esto lograrás dos cosas: la primera, no olvidar tus ideas, seguro que muchas de ellas valen muy mucho la pena y segundo, tendrás que hacer cuando tengas un rato libre o cuando estés bloqueado y en blanco. Siempre podrás recurrir a tu libreta (o libretas) de ideas, proyectos que quieres realizar o cosas nuevas que quieres probar. Tendrás allí un universo repleto de posibilidades.

Es muy importante que ordenes tus tareas por su prioridad. Solemos dejar para lo último siempre lo más tedioso por pereza pero debería ser lo primero, con mucha más razón aún si tiene prioridad sobre lo demás. Lo más tedioso o complicado nos llevará más tiempo y seguramente requiera de toda nuestra concentración. Así que es importante que sea lo primero que hagas en el día. Siempre teniendo en cuenta tus prioridades.

Yo, por ejemplo, lo primero que hago es lo más urgente siempre. Y siempre suele ser el trabajo: ilustraciones personalizadas, paper puppet dolls, invitaciones de boda, logos, tarjetas de visita, etc. No es que sea lo más tedioso o complicado, nada más lejos, pero sí es siempre lo prioritario. Aunque en mi trabajo para algunas cosas dependes mucho de tus clientes. Hay quien responde un mail en el día y quien deja pasar semanas. Así que mis tiempos van un poco a ese ritmo también pero siempre está primero en la lista. Vosotras tendréis que encontrar vuestra prioridad, vuestra urgencia y vuestro tedio, tendréis que identificar las tres cosas (que puede que se reúnan en una sola o no) y escoger el orden adecuado para sacarlo adelante.


No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy! by Sami Garra


3. UTILIZA LA REGLA DE LOS DOS MINUTOS (menos de cinco también nos vale)

Una manera muy sencilla de no procrastinar y estar siempre pasando las cosas para mañana en vez de cuando tenemos que hacerlas es utilizar esta maravillosa regla.

Si tu tarea te lleva menos de cinco minutos (o dos según la regla), hazla ahora mismo. Porque dejarla para mañana, te llevará mucho más tiempo. Solo tener que programarla para otro día, quizás te lleve lo que te llevaría la tarea en sí.

Por ejemplo, te llega el mail de un cliente, lo lees y debes responderlo. Si sabes que podrás hacerlo en dos minutos, hazlo ahora. Sino, tendrás que apuntarte dicha tarea para otra oportunidad, lo que seguramente te lleve dos minutos. Y cuando llegue el momento, no podrás responder a la primera, tendrás que releer el mail inicial por lo menos. Así que ya serán más de dos minutos.

Si quieres que tu tiempo rinda, esta regla es valiosísima. No olvides que tu tiempo vale oro, así que no es bueno malgastarlo ^.^


Bueno, divinas mías... os veo, como siempre, en los comentarios así me comentáis qué os pareció el post de hoy y si os animáis, contadme cómo manejáis vuestro tiempo o qué dudas tenéis a la hora de intentar organizaros, así lo resolvemos el lunes que viene, cuando vendré con la segunda parte de "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy!"


Besazo "apuntado" ^.^
Sami




4 comentarios:

  1. bueno al final por más trucos que utilice no termino de ser buena organizándome, porque tiendo a la dispersión y por que no me gusta hacer tres veces lo mismo, pero ese de los dos minutos me lo apunto

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    1. Voy a reconocer que yo también soy un poco dispersa y que necesito más descansos de lo normal (aunque mi descanso solo sea cambiar un rato de tarea) pero la regla de los dos minutos me ha ayudado un montón a que esa dispersión al menos sea productiva. A penas llega un mail de trabajo, por ejemplo, yo lo estoy respondiendo, da igual si estoy cortando paper puppets, si estoy diseñando una tarjeta de visita o haciendo un sello, si es de trabajo y al leerlo sé que puedo responderlo, lo hago. De esta manera, ahorro tiempo de mañana y descanso un poco de lo que estoy haciendo. Me disperso sí, pero controlada y provechosamente! ^.^

      Besazo, guapa!

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  2. Hay un montón de post sobre este tema, sin embargo, este me gusta especialmente, y me parece de lo más útil que leí, porque hablas con ejemplos muy concretos. Y si se es una persona como yo, tan dispersa, y con tanta necesidad de una guía... TU ejemplo me resulta totalmente válido como eso, una guía (valga la redundancia!).
    Así que gracias! Porque modificando los horarios a mis necesidades diarias (horarios del peque básicamente), puedo hacerme un planning parecido.

    Beso organizado!

    Lau

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    1. De nada!!!!! ^.^ A veces, yo me ahogo en un vaso de agua hasta que alguien viene y me da un ejemplo... porque al final, los ejemplos (como el tiempo) valen oro!

      Besazo "archi-planeado"! XD

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